Empecé en el mundo del tatuaje alrededor del año 2000, llevando a cabo años de aprendizaje en un mundillo aún hostil y muy hermético, donde tenías que demostrar ser un tío sin demasiadas limitaciones.
Aprendí a tatuar de todo y ganando pasta a costa de la época tribal. Una era dorada al menos para mí, ya que monté mi estudio en el año 2006, pasando una larga temporada muy feliz con mis amigos y compañeros que tenía trabajando para mí.
Lamentablemente lo cerré 2013 en auge de mi carrera porque sentía que podía dar más y que me limitaba a mi estudio de barrio en Granollers. Con sensación de hacer bien las cosas dentro del panorama del tatuaje en España, donde hice muy buenos amigos y mejores enemigos, fui considerado uno de los mejores tatuadores del año, así de mal iban las cosas en aquellos tiempos.
Ya con una carrera consolidada y habiendo cumplido algunas metas nacionales e internacionales me aceptan en un pueblo del Vallés Oriental buscando tranquilidad de la compañía de viejos amigos de toda la vida, siempre colaborando con otros estudios y profesionales que vale la pena conocer.
Mi estilo abarca el el japonés no tradicional el New School y el ilustrativo en general, todo lo que se pueda dibujar podrá ser tatuado con la mayor fidelidad.